Buenas, muchachada... No sé muy bien qué decir; soy un tío de 37 años, del montón... Un tío que una noche, navegando en internet, y guiado por su polla, llegó a este blog. Una de esas noches en que tienes, entre las piernas, un mástil...un faro, que pide, con fuerza, descargar un mar de leche...
Llegué, gracias a la intuición pollera, a este blog, al post de zoofilia... Y no fueron fotos o videos los que hicieron que, sin darme cuenta, hubiese enlefado de golpe la mano, el sofá, el suelo, sino el texto; narraciones guarras, cachondas y divertidas de historias del autor; descripiciones morbosas de cómo se la pelaba escribiendo, muriéndose del gustazo que le daba la polla... Después de esa lefada inesperada, vino otra paja... y otra, y otra más al día siguiente...hasta hoy.
Hasta hoy, hasta este momento en el que, uf.... al igual que el anfitrión, mi nabo se endurece con cada palabra... Las pelotas se llenan, pidiendo sitio; la leche pide sitio... Escribiendo con el portátil sobre la barriga, me dan ganas de pegarle con la polla; pegarle a la pantalla, a este texto, darle duro, mi nabo lo pide.... El cabrón pide celebrar este primer post con un corridón en toda la pantalla, ostias.... Está demasiado duro, escribiendo para Chorro, para vosotros, probables lectores...; la puntita la polla pide disparar aquí, sublimando el poder disparar en vuestras, nuestras, caritas, joder. Por todo esto, de nuevo, gracias.
Muchachada, voy a ocuparme de mi polla... Cuando manda, manda, y está pidiendo que se encarguen bien de ella, como sólo un macho guarro sabe...
Uf... el vídeo golpeándote la polla... uf... la tienes tan dura que ni se te mueve, cabrón. ¿Voy a tener que pasarme el día cascándomela? Me encantaría que alguien me pegara golpecitos así hasta gritar de gusto.
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