lunes, 12 de marzo de 2012

Meneándomela desde los once años.

Ah... el primer post, que ilusión. Me recuerda a la primera vez que me corrí, con once añitos. Ni siquiera eyaculaba nada aún, pero ya sabía ponérmela a reventar, dura como una piedra, jugando con mi polla mientras hacía los deberes. Y de repente, un día, booooom!!!!!!!

Que gustazo. Si me concentro, aún puedo recordar el olor de mi polla a esa edad, que no es el mismo que ahora. Aquel aroma en mi mano... el olor de mi polla infantil aún me pone cachondo, polla enorme para mis ojos inocentes de aquel entonces, una estaca llena de venas y recta como un palo azotada enrojecida hasta la corrida, una y otra vez, una y otra vez...

A ojos de mis padres, de mi familia, parecía seguro un niño inocente, pero ya entonces ideaba travesuras perversas de cintura para abajo que ya iréis conociendo . En fin, me he hecho mayor y en eso no he cambiado. Sigo siendo un guarro, un hedonista absoluto de mi polla, mis pelotas y mi culo.

Y aquí voy a ir contándolo, para mi propio disfrute exhibicionista y el vuestro. El día que me hinque un pepino por el culo os lo contaré, si me vuelvo a follar un bocadillo y luego me lo como con toda la leche bien untada como hice con quince años os lo contaré, cada rabo o cada coño que me coma o folle os lo contaré... en fin, todas mis pequeñas perversiones.

De momento, aquí estoy, hoy, por unos motivos que contaré en la siguiente entrada, escribiendo con una mano mientras me la machaco con la otra, jugando, sobando mis pelotas, saliendo al pasillo de mi casa empalmado con cualquier excusa, y tomándome un café con leche. Leche de vaca, pero todo se andará.

Ah, y por ser el primer día, una fotillo de la prota del blog.



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